Yo.
Que en tinta imprimí mi llanto,
que en la luz vi tus anhelos,
que lloré tus desconsuelos
y sufrí con tus quebrantos.
Yo.
Que me hinqué ante tus encantos.
que bese el haz de tu cielo,
que bebí sol de tu pelo
y el manantial de tus labios.
Yo.
Si yo, que de náyades los cantos
traje a acunar a tus sueños,
que protegí tus misterios
con silencio de los santos.
Yo.
Que te cubrí con los mantos
de mis letras en su vuelo…
¡me devuelves este ruedo
de sal en mi desencanto!
Sé que tú, lo amas a él...
mi otro yo, mi alter ego.
Centurión