Raúl Daniel

¡Atrévete!

¡Atrévete!

 

Atrévete a sentir, a escucharte en silencio, conócete en el fondo de tu corazón, no te engañes ni sigas los caminos de otros, marca tú tu senda, y empieza a caminar.

Atrévete a pensar con tu propia cabeza, que sabios y gurúes también suelen errar; y si es que no te sirve tu propia experiencia, ¡seguramente menos la de los demás!

Atrévete a soñar, porque tus sueños valen, más que los que tuvieron un día tus papás, simplemente porque los de ellos fueron sueños de ellos, y los tuyos son aquellos que debes realizar.

Atrévete a luchar por lo que creas justo, o por lo que te pertenece o por ayudar a alguien más; lucha porque lo quieres y no porque te obliguen, ¡porque es la única manera en que podrás ganar!

Atrévete a querer, porque querer es el principio, no se hace un edificio sin la palada inicial; la razón porque se transitan tan largos caminos, es por esas ganas (locas) que dan de caminar.

 Atrévete a amar, porque es la razón de la vida; y si sufres por ello, porque te pagan mal, pon tu corazón en remojo, trágate las lágrimas, y, a la vuelta de la esquina ¡vuelve otra vez a amar!

Atrévete a ser humilde y generoso, magnánimo y altruista, pero sin claudicar los derechos legítimos tuyos o ajenos, ¡que la justicia es la más grande acción de caridad!         

Atrévete a tomar lo que te pertenece, no permitas que otro te lo llegue a quitar, en la vida tenemos aquello que tomamos, y lo que te regalen ¡no debes despreciar!

Atrévete a dejar el bagaje innecesario, porque el exceso de peso no deja avanzar; si alguien te detiene para cumplir tus sueños, simplemente no te ama o quiere hacerte mal.

Atrévete a reír, porque la risa es buena, ensancha tu horizonte y alegra a los demás; no le temas a las lágrimas, porque son remedio para los males del alma, ¡atrévete a llorar!

Atrévete a esperar el tiempo necesario, cuando otros abandonen, tú no dejes de esperar, que la vida tiene sorpresas a montones, y para los que perseveran ¡muchas más!

Atrévete a romper las cadenas que te atan, sean de ignorancia o de comodidad. Prepárate y lucha por aquello que sueñas; ¡prepárate a la lucha y prepárate a soñar!

Atrévete a vivir apasionadamente, que la pasión estremezca tu cuerpo y tu mente, sea que hagas una escoba, sea que hagas el amor, hazlo con pasión, ¡indefectiblemente!

Atrévete a vivir la vida de tus genes, porque tus genes tienen escrita tu verdad, porque si tú no vives la vida que te toca, ¡absolutamente nadie por ti la vivirá!