La llama de tu recuerdo
arde itensamente dentro de mí
y me hace revivir aquel momento
que tuvimos en total intimidad.
Nuestros labios se encontraron,
ambos llenos de pasión,
mientras acariciabas mi pelo
y mi cuerpo entero temblaba con desespero.
Que sensasión tan extraña
aquella que me acompañaba;
ardiente y fría al miso tiempo;
mis labios se encontraban sedientos
y mi cuerpo sólo estaba hambriento.
Ahora sé que todo fue una ilusión
que con nuestro último beso se desvaneció.
Aún recuerdo aquel día de nuestra despedida,
el día en que decidiste irte al otro lado del camino.
Cuando te abrazaba por última vez,
sentía como te alejabas cada vez más
y yo contenía mis ganas de llorar.
Todavía no me explico cómo fue
que en tan poco tiempo
te llegué a amar y por ti mi vida yo podría dar.
Lo único que deseo es estar a tu lado
y volver rosar tus labios.
Simplemente jamás te dejaré de amar,
a pesar de que esté con alguien más.