Cuan grande y bueno es Dios,
Que no desampara a quien lo busca,
No abandona a quien confía en su nombre.
Gloria al Dios de los cielos y la tierra,
Porque Él levanta al caído y redime,
Y da nuevas fuerzas al cansado.
Tú, oh Jehová, Rey de mi vida,
Me abrazas con Tu gran amor de noche y de día.
Tú, Señor, das calma a mi alma abatida,
Saciando mi espíritu sediento.
Él ha estado conmigo aún en mis desiertos,
Aún cuando me alejaba, me buscaba,
Aún en mi enfermedad no me dejó,
Sino que me dio paz y tranquilidad.
Me has dado talentos,
Has puesto un propósito en mi vida,
Me llamaste a conquistar y sanar heridas.
En Ti hoy puedo vencer, y seguir
Sin importar lo que se levante en mi contra para derribarme.
Soy Tu siervo, soy Tu hijo, Tú mi Dios.
¿Por qué temer? Si peleas por mí.
Que el mundo conozca Tu amor,
A traves de mí conozcan Tu palabra.
Hoy estoy aquí confiado,
Tú seguirás conmigo, hasta el fin del mañana,
Y cada día de mi vida. Amén...