Mi amor, no sabés las ganas de verte que tengo.
No puedo creér que estemos hablando de nuevo,
no sabés todas las veces que he pensado en tí y que
las sigo haciendo. Pienso en las cosas hermosas que me
hisiste sentír, que nadie más pudo hacerlo.
En esos dulces besos que me díste que recorrierón
todo mi cuerpo y en tus brazos me envolvíste.
Pensabá en tu mirada, en ese brillo especial de tus
ojos que al mirarme me regalaban, en esas sonrisas
hermosas y esos gestos que intimidan.
Es tentador pensar en tí, en esas caminatas tomados
de la mano, perdernos por un momento sin darnos
cuenta del horario. Volabamos juntos y cuando caíamos
a la realidad, nos despedíamos y regresabamos a nuestras
acostumbradas vidas, asi hasta poder llegar a ese día en
el que al fin nos veíamos otra vez y regresaban los recuerdos
de ese fuego que jamás se apago, que jamás se apagará,
que guardo en mi interior y sentír que al volver a sabér de tí
se me quiere salir.
Te extraño de noche, te extraño de día, te veo en mis sueños,
extraño tu linda companía. Es extraño extrañarte tanto, pero
es algo inevitable que nisiquiera soy capaz de disimúlar.
Extraño sentírme tuya, extraño sentírte mio.
Libremente andamos por el mundo dicén, marcados por un
destíno, de uno en un millón son las almas gemelas que se
encuentran y logran estar juntas, tal vez sea nuestro caso
por eso nos pasan las mismas cosas.
Es ese sentimiento tan raro y tan hermoso a la vez, son esas
sensaciones que solo tú y yo sentimos y no podemos evadírla,
desaparecímos, tantas veces no supímos nada uno del otro,
pero parecíera que el destíno se empeña en cruzar nuestros
caminos, sabíendo que al sabér de tí el corazón se me quiere salir.
Quizás sea nuestra historia de amor la que debo escribir..