Con la dignidad más digna sobre su boca
cubierto con sábanas de pólvora
vino a buscarle la madrugada,
el alba coloco un gesto frío sobre su nombre
cuando un sonido oscuro despedazó sus entrañas
heridas de fuego lo apagaron
luz que surge en la pureza de su palabra
resurrecciones de mariposas de alas rotas
donde no hay sitio para la ausencia.
Boda de sangre con la muerte
Federico, Federico han asesinado a Lorca,
dejad abierto el balcón.
la carne viva es el hecho consumado
sangre sublime que vibra en el tendón de las letras
sus piernas inseguras han tropezado buscando su infancia
corriendo desnudo en alguna pradera.
Se escucha la nota de un piano,
el duende se ha pintado una lágrima en el rostro
llevo la culpa en su espalda para ser el mismo
nostalgia que también lo fue matando.
Batallas de su corazón, pasiones que consumen,
su amor fue una carta sin correspondencia
una taza que aun le espera en el café Alameda,
Salvador ha subido a una nube para buscarle.