Silencio profundo que reina la calma
mi mente recuerda momentos pasados,
y vienen silentes del fondo del alma
en gran torbellino sus besos sagrados.
De penas mi vida, tan lejos estaba,
con clara mirada, sonrisa tan pura,
la reina mas dulce de amor nos llenaba
llevando consejos con luz que fulgura.
De grandes principios, estoica y sincera,
de firme carácter, con alma gigante,
serán sus palabras hermosa lumbrera
que siempre han de guiarme con nimbo radiante.
Jamás en su rostro miré que lloraba
tenía la fuerza de noble guerrera,
su voz tan serena,de amor impregnaba
a toda persona que cerca estuviera.
Nos dijo: me marcho, con tono apacible,
de todos nosotros, morir es destino,
mas siempre recuerden que siempre es posible
vencer los escollos en nuestro camino
¡Mi madre querida, tan fuerte y valiente!
Que nunca sentiste temor o amargura,
de amor y nobleza tu serás la fuente
que brille por siempre con bella ternura.
Autor:Anibal Rodríguez.