Ah, mira que te vengo a pensar a estas horas,
o qué pensar, si no imaginarte,
como aquellos días
tan tiernamente dulces e idealizados.
Aquella primera juventud que se rompe
porque se tiene que romper
porque hay cosas más importantes
que \"enamorarse\"
pero en ese momento no
no lo sabemos, tampoco hay que...
Estamos como en la cuna meciendo
el dedo medio
entretenidos por el canto de la locura
que arrolla y arrulla y se percibe desde la noche
hasta el tímpano.
Y lo sabemos y lo olvidamos.
Y lo volvemos a saber y
lo volvemos a olvidar.
Y qué escribir si no para enredarme
como era aquel entonces
tan tierno -ya lo dije-
y lo vuelvo a repetir
porque lo entiendo
y también entiendo
mi testarudez.
Por eso hay que terminar esto
y has de quedarte de algún modo
No tiene que tener sentido
sólo tienes que asentir.
Ahora dale vuelta
a este amor fantoche
ahora
de una vez
antes que vuelva
a recrearse
a imaginarse
a reencarnarse
y ya ves tú
qué me dirás entonces.