En busca eterna…
Cipreses y ciénagas de todo paisaje
Un tenue despertar del opaco resplandor
Sombra y frío, escarchas de un desvelo tardío, incómodo, vacío, lejos de la idea de tus brazos y pronto escarnio desmedido.
Nubes de hielo, paisajes caucásicos de lo nunca vivido, sentimiento efímero de lo primal del viento... y anclado en la nada, tiritando de sosiego, me aferro a un minuto de invierno.
Todos los tonos de grises, toda la ausencia de fulgor y esa pronta sequedad de tus labios, nacen y deshacen una y otra vez lo irrisorio en mi cabeza... no por nada eres la luz y su ausencia en mi