Relato un poco de dolor mientras me ato al ardor que siente mi alma por dentro; ni estoy, ni estás atento, ni soy ni eres cierto.
Mójate... último suspiro que emitió el viento con un silbido en el respiro de no haber sido correspondido porque es el incierto demasiado atrevido... buscaba en tí una respuesta a la cuestión que me está costando tu olvido, pensé que era la cobardía que como siempre se presenta en el día, interpreté tan mal tus palabras, que el cielo tormentó y tronaron los silencios sin los ecos de nuestro sonido, ese que siempre nos ha definido tan indefinidamente, que sigues alojado aquí en un rincón que ocupa toda mi mente... confundo presente y pasado frecuentemente, idealizo todo lo que a pasado, creo que no es una palabra de haber abandonado, he intentado arrojar al viento privadas conversaciones de acierto, puede que hubieras conectado conmigo, puede que hubieras sido en la noche estrellada mi abrigo... por poder, podría haber sido... esa mirada en un niño semejante a tu alma, ese cariño con una sonrisa de calma, en el margen dejaba escrito que creías en lo que hacías y que mi otro yo reaccionaría, perdí la voz en la inmensa lejanía ante la confusión de lo que mi cabeza dicta y de lo que mi alma sentía...
Con todo esto percibo perder tu melodía... siento crecer la dulce e intensa ansiedad en agonía, porque no se lo que es bien y mal en esta sintonía, porque es un caos fatal que busca de tu alma compañía, necesita saber de tu alegría en fantasía, realidad realmente parecía, te lo dicto desde el negro agujero donde se acumulan todos los peros, y si has de ser sincero empieza a mojarte dándome algo más de nuestro arte, de ese que sin querer construímos, ese que es la droga de nuestros caminos, dame esa pequeña parte que me hace especial por entenderte, que te hace especial por escucharme, quizá muchas veces por leerme aún no siendo en poemas por amarte, todos basados en un miedo estable a perderte... miedo a que se extinga el sentirte y muerte a pensar si no vuelvo a verte...
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Pasé...
De soñarte a encontrarte...
De pensarte a conocerte,
De fallarte a intentar olvidarte,
No poder evitarte y volver a caerme...
Pasé...
De enfadarte a perderte...
Meses sin encontrarte ni poder verte,
No pude borrarte empezando a escribirte.
Pasé,
Y volví a buscarte,
De nuevo encontrarte,
Sin querer volví a herirte...
Pasé...
De quererte a desquiciarte,
Recordarte y aprender a quererte,
Enamorarte para perderte.
Pasé,
Dí el primer paso y perdí,
Conocerte con las ganas de verte,
Solamente pude comprarte,
Siguen colgados tus cuadros en la pared con mi arte...
Pasé,
Si... pasé por tu vida,
Como un ángel pero abriendo una herida,
Tú mismo decidiste que no era la despedida...
Pasé...
Me acomodé, allí, en el más oscuro rincón de tu galería,
Me escondí y dejé de entender nuestra melodía,
Aún sigo allí te parezca tontería, a veces me siento feliz dentro de ésta nuestra gran ironía, que con metáforas transmite alegría por nunca perderte del todo, porque en el fondo tiene alguna solución de algún modo...