"Ama siempre con toda la mente y el corazón. Así avanzarás en los caminos que te propones recorrer.
Amor genuino y verdadero es el que sabe sacrificarse por el bien de quien se ama.
El ser amado es y representa la lucecita divina que nos purifica y nos redime del dolor.
El dolor es el único camino que conduce y la única puerta que da entrada al Reino de los cielos.
El Reino de los cielos exige dominio de sí y de todos los instintos del pasado.
El pasado es la tierra que abrimos con el arado de nuestras acciones para que produzca frutos abundantes.
Los frutos recogidos después de haber arado la tierra están en proporción con la profundidad de los surcos que ha cavado el dolor.
Amar es entregarse enteramente sin pretender nada.
La suprema bendición de la alegría es el sacrificio espontáneo por amor.
Un sacrificio de amor es muchas veces el camino de redención que abre las puertas al paraíso del espíritu y encierra el germen de la vida.
Si lo deseas, pon tu persona como ofrenda. Si la aceptan vivirás la mayor felicidad posible aquí en la tierra, la del dolor-amor.
Si puedes, entrega tu persona en sacrificio al amor-salvador. Te salvarás tú y las personas que amas.