Ella lloraba, no corrían lágrimas por su hermoso rostro, pero él sabía que lloraba. Que deseo tan grande tenía de apoyarla. Por él podía pedirle al cielo que le descargara el alma, le mostrara la belleza de las situaciones, pero no creía que una fuerza superior lo fuera a hacer. Solo sabía opinar; y cuando uno sufre lo menos que necesita es que el mundo opine. Consuelo ¿cómo dar consuelo? Las palabras jamás fueron su don y parecía solo tener navajas. El dolor es efímero y además es la mayor prueba de vida, pero cuando ella sufre solo puede pensar en eso, dolor. Que no daría el por verla sonreírle a la vida de nuevo, y ella no lo ve. Depende de uno mismo si el dolor se convierte en una jaula o en una llave; la llave de la jaula que ya existe. Ella sufría por su dolor y su dolor la hacía sufrir, circulo sin tangente. Ella lloraba y él… él la veía llorar. Sonríe por favor vida.