Ráfagas de tos la habían dominado,
Mientras a lo lejos la libertad
Veía escabullirse,
Como el vuelo de las alas de un cuervo desesperado
Susurraba y susurraba
Por una nueva alma,
Un alma con quién pudiera unirse.
Largas historias ella recordaba
Con lágrimas de cruel desesperanza,
Mientras sus suaves suspiros;
A ella la abandonaban
\"Hay heridas que no se pueden curar\"
Le dijo la inmensa perversidad entre la oscuridad...
Mientras sus labios seductores, aún carnosos, pálidos y llenos de coágulos de sangre él percibía
Gimiendo y gimiendo mas vida ella quería,
pero allí postrado a un lado de su hermoso cuerpo cadavérico,Acompañado Del azúl de la luna, el olor al metálico de sus labios casi muerto y el aroma a claveles blancas solo pudo decirle:
Con una picara elegancia
¡Amada mía, es demasiado difícil ser un monstruo
Pero debo!