Tierra santa que cobija el Olimpo,
desnuda bajo el sol que sosiega el olivo.
Las mañanas son negras cuando no me besa tu tristeza: evacuare la suciedad que empaña el corazón de mi amor.
Dulce suena el llanto de un infante que abraza a su madre rogando su consuelo
!Que dolor se siente!
El cariño se vuelve odio, el canto se vuelve queja y, la paz se encuentra con la guerra comenzando la inmensa amnesia.
Te amo, y soy tu más grande devoto, aún que no nos merezcamos; pero ahí estamos.
Que lindo es de vez en cuando quererte y amarte así.
Marc Téllez González.