Te escucho respirar a mi lado,
y no sé si darlo por cierto,
pués no sé si estoy adormiládo,
o tal vez si estoy despierto.
Escucha lo que te voy a decir,
no hay cosa peor que estar sordo,
no voy a cansarme de repetir,
que no es igual ser obeso que gordo.
Hay quien muy seguro dice,
lo mismo es ser poeta que vate,
o un afluente que un riachuelo.
También hay quien maldice,
lo inexistente que es un disparate,
como entrar cantando en un duelo.