He dejado mil amores y tres traiciones.
He dejado la gracia y la alegrÍa, he dejado las carcajadas,
las deje prisioneras en mi pecho.
!Las deje prisioneras en mi pecho!
He dejado versos incompletos, he dejado buenos momentos,
he dejado pasar los minutos
acumulados en días que ahora estan muertos.
He dejado las palabras, hasta las angustias,
y cuantas pasiones!
He dejado el amor propio, el verdadero,
he dejado a la vida y a mis sueños.
Pude crear una buena melodía, una de esas que te erizan la piel,
la pude haber creado, pero deje mi guitarra,
deje mi voz prisionera,
la deje en esos días muertos
en esos versos incompletos
en mis sueños olvidados,
la deje a la deriva
en la espera de tu aliento
tibio y fresco.
Te he dejado morir entre sabanas
y arreboles
y lo uníco que no he dejado es
el amor que le tengo ahora a la imposibilidad de encontrarte.