Escucho el lenguaje del viento, murmullos de grillos que ensalzan su amor en la hierba. Apenas un crujir de árboles que se acarician con besos de hojas que danzan, en la plenitud de la nocturnidad mi corazón te sueña. ¡Qué hermosa mujer eres…¡Divina sirena de mis océanos imperecederos. Paso todas las noches pensando en ti. Es imposible que no tiemble ante tus encantos Tienes la magia del amor infinito, te encuentro en este paisaje ignoto de sábanas que te nombran hasta el delirio.