No estoy seguro,
no,
pero un manto de estrellas
me arropa.
Tiemblo a raudales,
sí,
aunque un mar en calma
me cobija.
Dudo razonadamente,
siempre,
no obstante tu mirar sereno
me afianza.
Temo caer en lo más profundo,
a veces,
y al fin caigo,
y en lo más hondo
descubro, un mundo
maravilloso.