Cerrare los ojos de mi rostro,
cerrare las puertas de mi alma
para que ya nada pueda dañarme,
para que en mi ya no entren
ni la traición, ni la agonía,
para que ya no entren
los demonios de la mentira
y de las falsas ilusiones,
para que ya no me lastimen
con sus navajas de dolor y sufrimiento.
Cerrare los ojos de mis sueños,
cerrare las puertas de mi alma
para que ya no se vayan de mi,
para que se queden atrapados en mi
interior, en mi flagelado corazón
atrapados y sin salida alguna
los dulces Ángeles de la verdad
y la enigmática sonrisa,
de la fiel amistad
y el inocente amor puro,
para que tu alma mía seas feliz
y ya nadie te lastime.
Para que ya nadie pueda lastimarme.
Cerrare los ojos de mi vida,
cerrare las puertas de mi alma
cerrare mi maldita casa muerta
donde llueve eternamente
y donde los enigmas no tienen respuesta
donde la fascinación es desilusión
en donde la lluvia desase
mis sonrisas como papel
y en donde nunca ha llegado la luz del sol.
Por eso cerrare mis ojos
para que ya nadie me lastime.