“Seguirá, leal, su anhelo, pues debutará, . . . en el cielo.”
De Michoacán, digno orgullo,
Ciudad Juárez, lo hizo suyo,
Parácuaro y la frontera, . . .
el gran Alberto Aguilera.
Don, talento, sencillez,
fiel, ajeno a la altivez,
“sin dinero, para dar”,
solo su amor, para amar.
Inspiración, noche y día,
mil seiscientas melodías
compuso en plena carrera,
cincuenta años, de primera.
Falleció el autor moderno,
musical, . . . amor eterno,
sus canciones, su poemario,
intérpretes, escenario.
De luto, por el momento,
en señal de duelo intenso,
de respeto, de tristeza,
mas, tengamos entereza.
La estrella sigue vigente,
bien brillante, refulgente;
México, lindo, querido,
su público, consentido.
Siempre lo tendrán presente,
Juan Gabriel, no estará ausente,
pues nos deja mil videos,
cintas, cd’s, muy sinceros.
Obra musical inmensa,
polifacética, intensa,
que se encuentra en los anales
del disco, los historiales.
Vendió centenas, millones,
incendiando corazones,
traducido a cien idiomas,
el mundo oye sus aromas.
Grammy’s, múltiples de premios,
que solo ganan los genios,
recibió el famoso “Divo”,
por Dios, tan agradecido.
Un altruista, no olvida
su origen, en “la otra vida”,
su guitarra lo acompaña,
en esta nueva campaña.
Seguirá, leal, su anhelo,
pues debutará, en el cielo,
el “Noa-Noa”, . . . la pista,
esperan al noble artista.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., 28 de agosto del 2016
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