La distancia entre mis pies se acorta,
el corazón no excede ningún tranco mayor,
la mente controla mis latidos igual los pasos,
los movimientos se resisten a nuevos andares,
a seguir senderos diferentes a los propios,
esa piedra esperara otros tropiezos que no
sean los míos,
lo percibo con mi lento andar,
siento mis trancos pedir permiso,
cansados…
de tanto andar contra el viento de mi ciudad,
oh! Cuerpo, templo de cansancio clamando
una plegaria que deje transitar los últimos
suspiros que me acerquen a la distante y
amarga espera del senil olvido de la vida.
ROMO ---2016---COLOMBIA