Cayó la rosa en el piano
y sonaron acordes de nostalgia
en mis recuerdos.
Coloqué sus notas en el pentagrama
y escuché tu voz
latir con fuerza en mi alma.
Un efímero suspiro
sobre la partitura,
dejó volar tus pétalos
hacia mi pecho
y dibujar tu nombre con espinas
de amor sincero
y eterno.
Sangre derramada
en mis versos,
y versos que visten de rojo
mientras el gris
me consume por dentro.
Tu melodía crece
mientras el deseo emerge de mí
y ansía tus besos.
La melancolía desnuda
mi poesía
con las lágrimas de mis llantos.
Tu mirada,
la batuta de esta orquesta,
mi corazón,
el único espectador
que aplaude entre silencios
y palabras mudas
jamás pronunciadas por mis labios.
Cayó la rosa en el piano
y mi amor en el olvido.