Me asomé al balcón de tu pecho
extendí mis brazos
y quise recibir la inmensidad de tu alma
mientras llorabas
Huí de mis raptores por someterme a ti
luché por mi libertad para ser tu esclavo
y vi el mundo tan límpido
transparente y nuevo
bañado por las lágrimas de tus ojos azules
Vi reflejarse el cielo
de cuando nace y muere
la mañana
Nunca sabré si estabas mirándolo todo
o mirando a la nada
las constelaciones, los astros, las cornisas
los coches y sus pasajeros
Las dobleces en las sábanas de nuestra cama
el claroscuro y la infinita gama de grises
de esta vieja película de siluetas
blancas y negras
el 0 absoluto y el infinito temblando
en la piel de tu cuello que recorría mi labio
El arte de cada uno de tus gestos
Entre las fieras, los payasos y los monstruos
tú eras la estrella de este circo
tus acrobacias con las convulsiones
del miedo
tu cadencioso baile con los fantasmas
del tiempo
Quise recoger las piezas de tus sueños
mientras te desmoronabas
mientras tu alma volaba lejos
lejos cuando
aunque dijeras que no
llorabas