Algo quedo, que no nos dijimos,
omisiones que emergen desde intemperies sombrías.
Signos que dialogan, ciertas miradas que se descubren en algún recuerdo
que es sacudido por transgresiones,
dos almas que se arrestan
arrebatando signos de eternidad a los dioses de invisibles transfiguraciones
leyenda de escombros sobre un lienzo que llora
y que alguien se lleva entre sus brazos
una denuncia antigua a lo lejos crepita
incendiando la oscuridad hasta calcinarla en cenizas grises
todo ha permanecido aquí a pesar de las extinciones
delante de la luna donde todo lo oscurecido se yergue
ave oscura en medio de la noche.
el amor era una pasión sagrada donde quedan incendios
donde el titilo es el naufragio incinerado
y las igniciones toman forma de hoteles, parques y calles
para que el amor sea solo un golpe de espada hirviendo los sueños
ave que canta en la levedad de la tarde que se consume
ahí donde se construían ventanas en los hoteles
donde llegaba la noche a besar sus despedidas
adiós que aun se deja oír en el aire,
lo que nunca se dijo.