LAS PREGUNTAS FLOTANTES
¿Por qué las orillas abren el vacío
y en sus distancias parezco naufragar?
¿Cómo llegué a estas aguas?
¿En qué rincón de la sangre me perdí?
Soy ojo de la niebla y faro
de no sé qué insecto de la noche.
Emanación ausente, subterránea
siento la marca de unos saltos
o la vibrante tela
suspendida entre las gotas del rocío.
Han dicho que los espíritus gritan
y acomodan los temores
en la fantasía del gusano.
No. No es así.
Los espíritus flotamos en preguntas aleatorias
y no descansamos hasta despertar
un aguijón de luz.
¿Quién escucha la campanila de los pétalos?
¿Algún colibrí canta en la penumbra?
Y las orillas repliegan un bostezo
mientras la madera navega a la deriva.
E.D.A