Y a mi mente viene de nuevo esta escena,
camino por aquéllas calles donde accidentalmente nos encontramos,
dos vidas paralelas, tú siempre brillante, limpia, sonriente, enamorada...
por otro lado siempre yo despeinado, melancólico, desvelado... con más ojeras rostro...
Vas con ese andar tan tuyo, enamorando la brisa,
robándole adjetivos a la vida, caminando siempre en línea recta,
No se bien sí voy o me lleva,
me fumó los días, bebo las noches, siempre robando de ti poesía,
sorteando siempre todas las líneas que se me ofrecen...
Oh la distancia... amiga en común,
mujer caprichosa, seductora y solitaria,
cumpliendo religiosamente con la misión de separarnos,
Tú siempre por la derecha y yo a la izquierda...