Hay días que despierto convertido en piedra,
!duro! !inmenso! !infinito! cual granito milenario,
cual sólido mármol, poseído por fantasmas,
habitado por demonios y me siento polvo de deseo...
Hay días que mis amaneceres son húmedos,
mojados.. !Y soy ancho océano!, embravecido mar,
dispuesto a golpear tus costas, a tragarme tus arenas,
a inundar tus playas, meciéndome en mis mareas
culpando a la luna de mis locuras, de mis desvaríos...
Hay días que despierto quemándome, convertido en fuego
que avasalla, en lava derramándose, y me siento volcán
a punto de estallar, en fuego abrasador,
que arrasa todo a su paso inclementemente,
y te enciendo con mis ansias, y te quemo con mi fuego
y te consumo con mis brasas...
Hay días que despierto volando, y soy viento huracanado
enfurecida tormenta, y te arrastro a mi pasión
y te envuelvo en el ojo de un ciclón con mis afanes..
Pero al ver tu carita angelical, mi roca se hace polvo,
mi mar se convierte en agua dulce; que sacia tu sed,
y se diluye en ti..
Mi fuego se tranquiliza y se convierte en calor
que conforta, !que abriga! mi fuerza huracanada
se convierte en un suspiro, para penetrar suavemente
en ti, y transformarse en el quinto elemento
ese que llaman !Amor!
y que solo tu eres capaz de contener...
UN POETA LÍRICO
Agil 13/01/2014