Así con la blancura que brota de la nieve
escribo mi poesía: de cera, barro, alga…
mi verso con mesura eléctrico se mueve
al tanto de otros coros que tienen voz hidalga.
Los copos cristalinos me dan alivio breve
si pierdo el soplo lírico seré la ardilla galga
surcando la frialdad que abunda en el relieve;
la luz de algún cristal espero que al fin salga
de rocas, de volcanes…y al fin me dé la terma
que tanto necesitan mis carnes y mis huesos…
y no sea acicate la sangre con su merma.
¡Si caigo en la avalancha de trágicos sucesos
allí tranquila quede…mi vida que se duerma…
con solo las leyendas de aludes…y sus besos…!