Al pollito no le gusta
el aguacero,
los nubarrones le asustan
y corre ligero.
Va al gallinero
Se esconde luego
bajo la gallina que cacarea
porque teme a las truenos
y a las centellas.
.
Al terminar la lluvia
se asoma asustado
y si ve al arco iris
sale confiado.
Hoy se ha equivocado
el pobre pollito,
no es el arcoíris
lo que ha visto,
¡la lluvia no ha terminado!
son las plumas de un pavo
que como un abanico
se ha desplegado.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela