Parado al horizonte
Esperando tu llegada
Pero me dejas esperando
Triste y desconfiado.
Tu llegada encadena el vacío
Mirando tus ojos oscuros y sin emociones
Preguntándome ¿Por qué?
¿Porque aún no llegas por mí?
Te estoy esperando,
Como cuando el día espera a la noche,
Solo ven tranquilamente.
No deseo otra cosa,
quiero estar a tu lado
ocultándome en tu bella ropa.
Envuélveme en dichos vendajes
porque quiero ser uno contigo,
quiero andar contigo, quiero estar contigo
aunque todos digan lo contrario.
Estando en un gran y bello campo,
adornados con bellos epitafios
estando allí errante buscándote
Pero a veces y ocasionalmente viéndote.
Callada, silenciosa y apaciguada
tal cual melodía de un violín,
emitiendo notas alegres, tristes y profundas
Volteas por un momento para observarme.
Callada y muda,
te desvaneces en la fría noche.
Rondando mi cabeza día tras noche,
preguntándome cuándo llegarás.
Solo espero que llegues con una dulce melodía
Que sea mi lúgubre sinfonía,
con un palpitante sonar que acaricie mis oídos,
con los sentimientos más puros que puedas expresar.
Y así irás silenciosamente,
callando mis penas y alegrías
Con aquella canción,
Con la cual emanas tan bella melodía.
Para luego yo dejarme caer en tus brazos,
arropándome con tu vestidura,
di fu minando mi existencia en ti.
Hermosa mujer llévate mi alma agonizante
Y enamórala con tu ser
Ser callado, frio pero que siempre espere…