MairaAlejandra

DESASTRES

Nadie escribe de esas veces en que haces lo correcto y te sientes como un gilipollas.

Nadie escribe ya del miedo, de que le paso Aneruda cuando se acabaron los cerezos en primavera.

A nadie le interesa la gente que esta sola,

la gente que se abraza a si mismo a oscuras,

que tiene miedo de encender la luz y darse cuenta que nadie vino para salvar les,

de otra noche de precipicios.

Por que no se habla de aquellos que se esconden en un verso.

Porque es la única manera de entender todo lo que llevan a sus hombros.

Aquellos que sienten que sonreír es otra excusa que darles a que les partan los dientes.

Quien les dice,¡para¡ a los que necesitan la velocidad para hacer latir su corazón,

los que se enganchan a los precipicios,se hacen adictos al vicio que supone vivir sin frenos.

Besos,besos, noches que son precipicios,

caidas libes que te hacen palpitar tan rápido que no puedes contar el latido por segundo.

 

 

Y la razón te pide que frenes,te recuerda que  no sabes volar

que vas a caer en picado,

que de esta vida no te puedes enamorar.

Qué te hizo pensar que podías ordenar esta caos de cabeza y corazón.

Qué te hizo creer que podías reemplazar el dolor de un papel en blanco por un atracó, a beso o muerte.

El tiempo te ha enseñado que yo soy mas de versos y de buscar la suerte en los lugares menos apropiados.

Que la busco en bocas que contaban mentiras,

y que miras por donde miras solo vas a encontrar una persona perdida.

 

 

Cielo no es culpa tuya todo esto,

yo ya estaba perdida antes de conocerte,

ya era un desastre, en las noches con copa de por medio.

Ya era demasiado niña para la vida,y demasiado mujer para un hombre,

y aunque es cierto que contigo aprendí a ver el vaso medio lleno,

deberías saber que tan solo me ha servido para ahogarme.

 

LORETO SESMA.