De noche pido a Dios misericordia
de día es mi clamor por su gran beso,
advierto que dará la inmensa boda:
los valses más felices de los pueblos.
De día pido chispas de su aurora,
pues quiero caminar en surco recto
cuyos pasos y bregas den la flora
de abundante salud y amor del bueno.
La chispa de consenso entre los hombres
y estrechen con sus manos la amistad,
y como truenos álcense las voces:
¡Que el mundo sea humano, más vital!
¡Que basten los colmillos de leones!
¡Que suenen los timbales de la paz!
Rima asonante