UN INSTANTE
Por cada aurora de una estación cualquiera
-Amigo! nace el rocío se transforma y se viste
se hace corteza y duerme y sueña
recoge siembras en las arrugas que parecen
madera entre tantas cruces nuevas, recientes.
-Hermano no te pierdas en las calles ignotas-
Nuestra juventud aun permanece ahuecada
en la trinchera de la cita y el descanso
temblorosa de angustia, rebelada de audacia.
-Corazón no sangres en el rasgado tiempo-
no le creas a los agoreros obscuros
levanta la copa en este sencillo instante
y sigue esperando que el carmín permanezca.
-Alma no me dejes ni por un segundo!
aunque esos hilos de plata me aseguren
un beso, un palma tibia, un suspiro
y todos los cristales de este cielo, maduro.
-Mañana, dame un racimo de tierras!
y un surco, uno solo, así no me pierdo
cuando el invierno invada en tropel helado
y yo me guarezca en tus fogatas, exiliado.
Carlos Brid
Derechos reservados