Hoy es uno de esos días un tanto extraños, el sol esta presente pero no calienta...
las nubes están grises, pero no parece que fuera a llover;
el viento frío sopla con intensidad, y las hojas del parque empiezan a caer.
Solo el sonido de la naturaleza me acompaña.
Hoy es uno de esos días que no se ven frecuentemente,
casi no hay personas en las calles, y siento que solo estoy yo;
voy con mi cuaderno en la mano por si me dan ganas de escribir un verso...
para dedicarle a la mujer de mis pensamientos.
5:30 pm, a la misma hora de lunes a viernes veo una hermosa mujer en la ventana de su casa,
su cabello largo y hermoso cae como cascada por sus hombros...
ella es la causante de que escriba todos los días algo predilecto;
siempre a la misma hora la observo.
6:00 pm, de vuelta a mi casa la encuentro en el mismo sitio;
me siento en el banco que se encuentra enfrente, y me pongo a leer o a escribir un verso;
pero no le pongo cuidado a nada, disimuladamente solo la observo.
sus ojos son tan hermosos como dos luceros.
Me quedo un buen rato, hasta que se ponga el sol;
cuando me levanto para irme ella se entra, es tan hermosa,
quisiera que fuera mía, pero seria imposible...
quizás, sea una mujer prohibida.