El día ya pasó, quedó el poema,
correr las horas vi, vacías todas;
jolgorio, por doquier, y vacuo tema:
¡importa, solo hablar, de fiesta y modas!
El hombre mata al hombre, el bosque quema:
¡también, valores entran, en las podas!
Por turbias aguas mi conciencia rema;
Bondad y Bien, muy pronto, harán sus bodas.
Mañana el sol de nuevo nos alumbra,
la tierra entera cubren mil colores:
¡Dejando el alma libre de penumbra!
El vino nunca alivia los dolores,
fugaz la mente, con su influjo, encumbra:
¡muy alto el cóndor vuela y los azores!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino