¿Adónde irá el camino?
Es caprichosa la vida
El inconstante destino
Persigue al alma sufrida.
El tiempo de la fortuna
Y de desdichas vendrá
La muerte, inoportuna,
Su presa asida tendrá.
Las flores pisoteadas
Reviven, inquebrantables,
Con rayos del sol calentadas,
Alhajas de más admirables.
Los águilas envejecidas
Cansadas y no las de marras,
De turbias garras torcidas,
Con picos se rompen las garras.
La dicha es tan inconstante
Mas honra a los malhadados,
El menos pensado instante
Acaban de ser desdichados.