Sí mujer, querámonos como antes
para que veamos el mundo arder
y recordar qué era amar ayer
ahora, que no estamos distantes
seamos pues, amantes agobiantes
sin otro afán más que el perecer
vale amar y ver el cielo caer
y mirar rezar a los suplicantes.
Amemos hasta la inconsecuencia
en este mundo, en otro alterno
todo es ahora indiferencia,
muerto el mundo por el amor tierno
la triste y muda Benevolencia
nos mira yendo hacia el Averno.