Y, ¿cómo lirar ahora estrofas rosa
cuando mis manos,
a su blonda caricia entumecieron;
cuando mi voz,
grave, sombría, obvió ¡tanto querer!;
cuando mis pasos
se trocaron en lóbregas cenizas,
y mis lagrimas
en abrojos, de espanto se clavaron?
¿Cómo atrapo ahora a trivial mariposa
cuando mi hoguera
se ha sofocado en el frío silencio;
cuando a mis ojos
apañó su fuego los llantos viles;
y cuando a mi alma
le dejaron, solo, maldito escombro,
y en mis caminos
los muertos juramentos en las piedras?
¡Oh! ¿Cómo decir ahora que aún la amo
si ya mis besos
se olvidaron de ser poesía franca;
si ya mis labios
son fantasmas entre las negras sombras;
si mi alma clama
en los siniestros silencios dolor?
Mi verso llora,
¡Ay! ¡Llora! ¡Llora! ¡Lágrimas de sangre!
23 08 16
AUTOR: Santos Castro Checa
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