Si Dios me diera licencia
jurar ante su presencia,
sin menosprecio ninguno
ponderaría tu norma
que de vivir, como forma,
tienes marcado el camino.
Diría lo compasiva
de tu alma, que persuasiva
te aparta de tentaciones,
que el corazón majadero
en disfraz de limosnero
quiere colgarse pendones.
Mencionaría también,
que sin conocer a quién
le brindas pan y comida
diciendo que tu ganancia
será siempre la abundancia
de la que estás conferida.
Por eso si Dios me diera
-un tanto me concediera,
de lo que siembro y cosecho-,
festejaría el placer
de disfrutarte, mujer,
embelesado en tu lecho.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BC. MÉXICO, Enero 14/17