Otro año a partido de nuestra vidas
el tiempo pasa dejandonos marcas,
que nos acompañarán para siempre:
con los recuerdos de las experiencias ya sentidas.
Sintiendo que ya la edad se nos viene encima,
sin controlar las tristezas que nos abarcan
nuestro corazón se consterna y entristeze:
sin saber como destruir esta maldita plaga.
Nuestra vida a sido una constante fatiga,
queriendo obtener lo que no se alcanza,
tratando de tener lo que no nos pertenece,
luchando por ser feliz en esta compleja vida.
Más nunca debemos dejar de perceberar,
aunque nuestra vida paresca una vertiente,
que nos lleva por dos separadas corrientes:
una que nos guiará a la codiciada cima,
la otra: nos llevará a nuestro final: la muerte.
Pasarán nuestras vidas por el tiempo sin ser reconocidas,
el viento se llevará nuestro aliento sin detenerse,
será el frio invierno el que mate nuestra voluntad,
seremos olvidados por el tiempo y la gente.
Quizas nadie sepa de las vidas perdidas,
que se enfrentarón a la tormenta y la muerte,
más no se perderán aquellas horas vividas;
ni los sentimientos que nacierón al quererte.
Quizas nunca lleguen a entenderme,
más tu recuerdo vivirá en mi como luz encendida:
atravez del viento, la tormenta y la muerte.