luis borda

EL RESURGIR DEL DOLOR

Cayó una noche helada y repentina,

mis manos congeladas,

mis piernas petrificantes y mi mirada

perdida estaba.

No quería mirar los ojos

que alguna vez me dieron calor.

dolor y despojo.

un sin fin de palabras 

no se me ocurrío esa noche

mi frialdad de lo sucedido

hizo pesada esa noche y

de repente todo cambio.

resurgío el dolor de tus labios,

la ansiedad de mi mirada

y la tendencia de mis labios

que se posaban lentamente

sobre los tuyos dejando a un lado el pasado.

No fue así, el caos comenzó 

repentinamente la burla,

la ignorancia y mi probabilidad de ser feliz

se derrumbo como

un capullo marchito que murío sagazmente

sin conocer el amor.

que dolor, ho, que dolor.

resurgió nuevamente de tus incitables labios.