Marah

La voz del loto

Ayer de tarde abrió la flor del loto

hablar con perspicacia parecía,

sentí con su versar un maremoto

y volvióse un violín el alma mía.

 

Bien pude encuadernar mi libro roto

con estambres de mágica ambrosía

al tiempo que miraba un elfo ignoto

en las notas de bella melodía.

 

¿Serán valses presentes o postreros?

¿Quién sabe si es verdad o si es quimera

cual fábula que duerme por la noche?

 

¡Oh, quédense conmigo los voceros

ya sea muy antigua su lumbrera

o el nuncio de mover moderno coche!