El azul en gris se ve opacado,
la humedad del ambiente y
el olor de la tierra mojada
despiertan a las plantas.
La lluvia toca a mi ventana,
con sus millones de diminutos dedos
mientras veo como se desgarran,
y dejan sus huellas largas.
Los truenos acompañan
a esta húmeda velada
y sus sonoros estruendos
lo hacen saltar a uno de la cama.
Tic, tac, tic, tac...
no se, si es el reloj
o es mi ventana,
pero el sueño, siempre gana.