Por Silence Dogood
Sobre la cumbre de la ciencia te paraste.
Y la naturaleza del hombre olvidaste.
Sobre la cúspide de la economía sonreíste.
¡Y en mero realizador autómata te convertiste!
¡Ay de Dante! Prometeo fulgurante
¡Ay de Sabato! Pensador y poeta innato.
¡Ay de Tamayo! Artista y espíritu telúrico.
¡Porque tu obra los ha vuelto marchitos!
Ciego caminas por tiempos tumultuosos.
Creyendo ingenuo en tu ensimismamiento ciego.
Siempre olvidas tu esencia yesca.
Y conjuras trípodes y rosas secas.
Te alzaste en vano sobre victorias fictas.
Creyendo haber alcanzado la celeste brisa.
De un éxito vano, vano anhelo de tu alma vacía.
Vacía del ethos de tus ancestros yertos.
¡Vacía de la grandeza de tu espíritu en ruinas!
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