Entro a los supermercados a buscar bálsamos para la felicidad
el encargado declaró que estaban agotados, que volviera la próxima semana,
he regresado con crecidas lágrimas como tumores
para escuchar las mismas frases,
venga la próxima semana
venga la próxima semana
venga la próxima semana
venga la próxima semana
el último día del mes enfermo le proclame que el alma se me cae a pedazos,
horrorizado destapo ungüentos, píldoras, jarabes,
he comprado toda clase de remedios y televisores
todos hallados en la sección de la nada,
heridas expuestas en los pasillos donde miro bizcochos,
un congreso de latas, libros, conservas, embutidos, relojes, vestidos
aplauden mi aparición para ser comprados en ese golfo de vacíos
cercano a horizontes de ángeles de alas cortadas,
hojeo revistas para olvidar la vida
donde se escribe que la ansiedad está de moda
y el desamparo habita castillos y palacios de hierro
donde ha quedado presa la libertad de los hombres.
Deletreo mi nombre en vestidores,
desvistiendo la tristeza de esta humanidad enloquecida
compro vestuarios para ser otro hombre
para cubrir esta alma dislocada por el desnudo frío de la desolación
compro historias, creencias ,sueños y noticias
para remojarlos en el té de los delirios,
beber hasta ahogar la tristeza
compro inconsciencia que encierre este caudal de lagrimas
que contengan esta locura que me crece por todas partes
racimo de gritos pidiendo ayuda en la sección de verduras
este atropellarse unos con otros para saberse más solo.
La dictadura comercial guiña su ojo,
el gran hermano nos vigila
me consume las piernas hasta paralizar la verdad
me besa con mentiras manchando el alma con su labial
abre sus piernas para incitarme,
destapa una sangría de amor.
Como hot dogs,
tras las vitrinas de la panadería dos perros calientes están mordiéndose para amarse
aún llevo las heridas de cuando te fuiste
el San Antonio está de cabeza
le he degollado esta tarde por no cumplir sus promesas
toco el sexo de Dios para saber que te has marchado
ha dejado una nota de partida con la cajera
todo ha quedado agotado y agotada la existencia.
He besado el bullicio en todos los mercados
he amado el amor ofertado
he esculpido voces desesperadas en el silencio y el conformismo.
He entrado a los supermercados como a cementerios.