Huyo de la desapacible espera
y mitigo los besos en el albor
anidado en la levedad de tus brazos,
el viento jugando en nuestros rostros,
llena el vacío del abismo de la ausencia,
el silencio que ensordece queda en recuerdos,
las ilusiones languidecen en los sueños y
evidenciando tu vehemente presencia,
la inefable realidad envuelve la callada noche,
deambulamos por las calles tomados de la mano.
--- ROMO --- 2016 - COLOMBIA