miguelarenas

Ámense

Ámense

 

Ámense  sin tregua, sin vacilar un segundo han de amarse perpetuamente.

Es pues  la noria que mitiga al más sediento y al falaz endemoniado rescata del fuego.

Esa es la madre del cordero, allí está  el subterfugio que aniquila la carga despiadada que

sobrellevas sobre los hombros y pensamientos.

Amen   ávidamente a  las mujeres, los hombres, padres, madres,  hijos, amigos, vecinos, la natura,

las estrellas, las mascotas,  mórbida, estrafalaria, como estúpidamente se les ocurra, pero ámense