Aunque te ame y me ames Señor
Aunque te ame y me ames Señor.
Tú y yo sabemos que así es.
Resulta algo difícil estar
contigo haciéndote mis
siempre confidencias.
Las que seguro que todos
los que te amen como yo,
han de hacerlo.
Trato de seguir tus Leyes.
Los diez mandamientos
que tú has marcado
con fuego sobre piedras,
no siempre son llevados a cabo,
ni por mí ni por la mayoría
de los hombres del mundo.
Tal vez esté equivocado.
Tú lo sabes. Lo presiento.
Siempre he tenido plena
y total convicción de lo que
te transmite a través
de lo que mi alma siente.
En estos días, me encuentro
en un gran estado depresivo.
Mi temperamento suele llevarme
a determinaciones drásticas.
Pero YA comprendo
que ello no me lleva
hacer las cosas
como favorablemente tendrían que ser.
Muy preocupado me tiene
la salud de mi hermana.
Prometí, como sabes,
protegerla y cuidarla
toda la vida.
Y la vida es muy fugaz.
Los meses y los años pasan velozmente.
Sin darnos cuenta, hemos llegado
a la edad que tenemos.
Y... no solo los jóvenes se enferman...
También los que tenemos
una avanzada edad.
Aunque te ame y me ames Señor...
Tú sabes lo que siempre siento en mi alma.
Otra vez contigo. Pidiéndote...
Otra vez mis brazos
se extienden hacia Ti,
clamando, solicitando...
Tengo tantas cosas que decirte...
Por ahora solamente esto.
Mi cerebro piensa y piensa...
Mi alma ama.
Tú y yo nos amamos Señor...
Aunque te ame y me ames,
ella, mi alma vive
en una total y profunda tristeza.
Es la tristeza mía,
un hombre, un ser,
un hijo tuyo,
de los tantos que tienes,
que, existen momentos
en los que quisiera
habitar tu casa,
y pernoctar allí, eternamente.
No entristezcas por lo que te digo.
A pesar de mis angustias,
soy feliz por estar hablándote a Ti, Señor...
Hugo Emilio Ocanto
06/09/2016
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