Si pudiera ser viento,
correría presuroso por la faz de la tierra
hasta encontrarte... ¡Vida mía!
emvolvería tu cuerpo con mucho amor
acariciando tiernamente tus mejillas de ángel
y en tus noches lúgubres y cálidas
cuando ardas trémula de pasión
recorrería toda las formas de tu cuerpo
para apagar los deseos de tu carne
de tu piel.
Si tan solo pudiera ser viento
te robaría besos apasionados de tu boca
la miel de tus pechos tiernos y dulces
disfrutaría de tu mirada cautívadora
para que sepas lo mucho que te amo y te necesito
te llevaría más allá del horizonte
donde nadie nos conozca
donde el mar y el cielo parece unirse
y entre nubes blancas del cielo azul
nos haríamos el amor, con dulzura y pasión.
Allá a lo lejos, la luna nos mira y me recuerda tu nombre
tu amado rostro, tu deseado cuerpo, tu voz, tu amor
y esos pensamientos; me hace rememorar momentos felices
que vivimos noche a noche
con la esperanza de tenerte nuevamente entre mis brazos
de mirarme nuevamente
en los espejos de tu alma
en esos ojos de mirada limpia, cristalina y pura
como las aguas de un fresco manantial.
Es de noche, y me pregunto en esta soledad
¿Dónde estarás?
¿Por qué caminos andarás?
Mientras tanto yo aquí
sigo soñando con el momento de encontrarte
de estrecharte y de besar tus tiernos labios
con toda la pasión que guardo para ti
de fundir tu cuerpo y el mío en la primera noche
que el destino nos tiene señalado.
Sigo pronunciando tu nombre...¡ Cielito!
cuando te quiero conmigo
y tú, aún no llegas a mis brazos.
Autor: Mauro J. Casaño
mallíto
05/09/16