Este es un humilde homenaje
a mi entrañable escuelita, la 25 (que ya no está)
de mi añorado barrio de Ciudadela.“
A veces entre sueños
Se acunan a mi lado,
Son los momentos felices
De mi lejana niñez,
Me arriman bellos recuerdos
De un tiempo lleno de magia,
Me abrazo fuerte a ellos
Si parece…que fue ayer.
Me veo jugando y riendo
Junto con otros purretes,
En ese parque de ensueño
Donde allá lejos supe ser,
El príncipe valiente
De un libro de cuentos,
Y el fiero pirata errante
Sobre un barco…de papel.
También veo la canchita
Donde todos nos juntamos,
Corriendo tras una pelota
Con destino de algún gol.
Allí sobraban las risas
Todo era algarabía,
La inocencia de esos juegos
Y nos cuidaba…el buen sol.
La escuelita de mi barrio
Y la maestra tan dulce,
Sus consejos eran tan sabios
Yo no la puedo olvidar,
Si algo he aprendido
Es que lo bueno perdura,
De a ratos cierro los ojos
Y vuelo hacia ese lugar.
Más no todo se me ha dado
Como a veces lo he pensado,
Desengaños hubo muchos
Y cosas buenas también,
No sucumbí ante el dinero
Grité siempre mis verdades,
Espero al final del camino
El último…el último tren.
Boris Gold (simplemente…un poeta)